"Tu tiempo es limitado, no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, el cual es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás callen tu propia voz interior. Y, lo más importante, ten el coraje para hacer lo que te dice tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en que quieres convertirte.Realmente todo lo demás es secundario." Steve Jobs.

viernes, 1 de mayo de 2009

El otoño, la estación de los adioses.



“…Llega el otoño. Como siempre.
Llega el adiós. Como siempre.
Los árboles luchan hoy con esta verdad,
Y en lo más profundo de mi ser, también lucho yo…”

Joyce Rupp

Los humanos, al igual que los arboles, tenemos nuestras propias estaciones internas y el OTOÑO es un tiempo en el que tomamos más conciencia de nuestra propia vulnerabilidad, del poco control que tenemos sobre nuestra vida. El DOLOR que nos produce una PERDIDA o el FIN de una ETAPA de nuestra VIDA, nos resulta inevitable porque a todos de algún modo u otro nos toca vivirlas.


Si fuéramos consientes de que ese momento forma parte de nuestro proceso vital de crecimiento, nos tranquilizaríamos a pesar del dolor que nos genera. Si por nosotros mismos pudiéramos conectarnos con esa “sabiduría interna” que nos dice que cada OTOÑO representa una transformación de “NOSOTROS MISMOS”, estoy segura que nos daría la ESPERANZA, FUERZA y CONFIANZA que necesitamos para TRANSITARLA sin tanta RESISTENCIA.



Pero al estar DESCONECTADOS de nosotros mismos, no entendemos lo que nos pasa y muy probablemente nos ENOJEMOS , le echamos la CULPA a la VIDA, a DIOS o a LOS OTROS, o quizás creamos que estamos enfermando y sufriendo la famosa "DEPRESION". Al perdernos ésta información desaprovechamos éste momento para CRECER INTERIORMENTE, desperdiciándolo resistiéndonos a él y sufriendo aún más SIN SENTIDO o medicándonos con fármacos que DILATARAN aún más nuestra MADURACION.



El OTOÑO llega a nuestra vida cuando vivimos algún tipo de PERDIDA, o cuando en nosotros se produce un HUECO que pide a gritos ser colmado. Son cualquiera de esos momentos en los cuales nos damos cuenta que ya no tenemos a UN OTRO o UN ALGO que dio SIGNIFICADO y VALOR a nuestra vida, o cuando una parte de nuestra vida parece estar FUERA DE LUGAR o INSATISFECHA. Son momentos muy propicios, si los sabemos aprovechar, para CUESTIONARNOS y ENFRENTAR las cuestiones fundamentales de la VIDA. ¿Por qué éste sufrimiento? ¿hacia dónde me lleva? ¿qué es lo que más valoro de la vida? y ¿Qué creo de la vida después de la muerte?.



Ese ESPACIO VACIO en nuestro interior, si NO lo TAPAMOS con otras cosas, nos permite MIRAR en PERSPECTIVA nuestra vida para ir así DESCUBRIENDO lentamente las RESPUESTAS a esas preguntas.



Esta estación es también una OPORTUNIDAD para “reconocer” a los SERES VALIOSOS de nuestra vida, a los que DESEAN estar a NUESTRO LADO en nuestro paso por la tierra, a quienes nos ACOGEN con sus CORAZONES ABIERTOS y a quienes nos AMAN lo suficiente para ACOMPAÑARNOS en las BUENAS y en las MALAS.



Y cuando profundizamos aún más en nuestros OTOÑOS, ellos nos llevarán hacia una CONFIANZA aún más PROFUNDA, aquella que nos dá nuestro SER MAS PURO Y ESENCIAL, porque descubriremos que es Él el que verdaderamente CONDUCE nuestra VIDA.



En síntesis, el OTOÑO nos trae DOLOR, un sufrimiento INEVITABLE, pero TAMBIEN nos trae un REGALO, un ENCUENTRO mayor con NOSOTROS MISMOS, un CONOCIMIENTO MAYOR del SER que habita DENTRO NUESTRO. Por eso, aunque nos DUELA, no perdamos la OPORTUNIDAD que nos trae SU VISITA, aprovechemos su ESTADIA para CONOCERNOS CADA VEZ MÁS y así VIVIR MAS PLENAMENTE !!.