¿Cómo hacemos para estar muy CERCA de alguien sin PERDER por eso contacto con nuestra propia IDENTIDAD INDIVIDUAL?
¿Cómo RELACIONARNOS y COMPROMETERNOS con nuestra pareja sin dejar de ser FIELES a NOSOTROS MISMOS?
Muy comúnmente nos encontramos con que uno de los miembros de la pareja expresa la necesidad de tomar DISTANCIA y tener más LIBERTAD, y el otro es el que se hace cargo de mantener la PROXIMIDAD y la INTIMIDAD.
Todos tenemos en mayor o menor grado éste dilema de la LIBERTAD-INTIMIDAD en nuestros vínculos afectivos, y aunque nos cueste admitirlo, éste, en verdad, es un CONFLICTO que está en nuestro INTERIOR. Nuestro impulso de autonomía y el deseo de intimidad no se ponen de acuerdo y, entonces, como a nuestro ego no le gusta la ambivalencia, muy probablemente ELEGIMOS uno de los dos y NEGAMOS el otro.
Esto quizás venga de allá lejos y en el tiempo, cuando éramos pequeñitos y queríamos estar cerca de nuestra mamá por el AMOR y la SEGURIDAD que ella nos proporcionaba, pero sin embargo también nos sentíamos impulsados a ser libres para explorar el mundo que había más allá de ella. Nos preguntábamos ¿Cuánto tiempo puedo mantenerme lejos de mamá y seguir estando seguro de que la encontraré cuando vuelva? ¿a qué medida de libertad e independencia debo renunciar a cambio de amor y protección?¿debo arriesgarme a salir solo o tendría que quedarme con ella?
Esto de ser alguien INDEPENDIENTE y tener que arreglárnoslas solos, aún hoy, nos sigue dando MIEDO y a lo largo de las diversas fases de nuestra vida volvemos repetidas veces a refugiarnos en nuestra madre para que nos TRANQUILICE, nos PROTEJA, nos CONSUELE y nos APOYE. Queremos crecer volvernos más autosuficientes, explorar el afuera, pero también queremos saber que ella seguirá estando ahí cuando la necesitemos. ¿no es así? Queremos que ella esté ahí para APOYARNOS pero también nos gustaría INDEPENDIZARNOS de ella.
Estos mismos dilemas muy comúnmente resurgen con nuestras RELACIONES INTIMAS. Y como lo más común es que DIVIDAMOS las partes de nuestro ser, PROYECTAMOS el dilema en el otro. Por ejemplo, si tomamos partido por nuestra necesidad de intimidad y no le damos cabida a nuestra necesidad de libertad, estamos destinados a atraer a personas más inclinadas a expresar el otro lado, y seguro nos pase, que hacemos todo lo posible por fomentar el AFECTO, la INTIMIDAD y la UNION, pero nuestra pareja nos pide ESPACIO, DISTANCIA y más tiempo fuera de la relación. A primera vista, parece como si nuestra pareja fuera lo OPUESTO a nosotros, entonces ésta división nos crea una gran cantidad de TENSION y CONFLICTO.
Maggie Scarf, en su libro “Intimate Partners: Patterns in Love and Marriage", nos habla de ésta división, que es en esencia una mezcla o confusión de nuestros límites personales: ”Lo que se debate en el seno de la pareja…es el problema que ninguno de sus miembros ha sido capaz de encarar internamente, el problema de cómo ser un individuo distinto y separado sin dejar por eso de estar unido emocionalmente a otro ser humano. El problema esencial es la incapacidad de cada uno de los miembros de la pareja de contener internamente ambos lados de la polaridad autonomía/intimidad”.
Entendido ésto ¿Cómo resolvemos el PROBLEMA, entonces?
La respuesta es TRABAJANDO CON NOSOTROS MISMOS.
Un primer síntoma de que estamos en camino es cuando nos damos cuenta que el CONFLICTO está en NUESTRO INTERIOR.
Sería muy bueno darnos cuenta que está MUY BIEN tener AMBAS NECESIDADES, que no está mal desear intimidad y proximidad, y al mismo tiempo querer espacio y autonomía. Si pudiéramos aceptar que éstos DOS IMPULSOS INTERIORES son legítimos, nos resultaría más fácil comprender que los demás también tienen el mismo conflicto.
También, es importante NO CONFUNDIR a nuestra pareja con nuestra MADRE. Porque si proyectamos sobre nuestra pareja los problemas que tenemos con nuestra madre, nos sentiremos más amenazados si la otra persona expresa el DESEO de una MAYOR AUTONOMIA o DISTANCIA porque esto volverá a despertar nuestro miedo infantil de vernos abandonados por ella. O de manera semejante, podemos sentirnos aterrorizados si los demás se nos ACERCAN demasiado, ya que esto podría revivir nuestro miedo infantil de vernos tragados o sofocados por una madre asfixiante.
Algo más a tener muy en cuenta: Es muy importante el DIALOGO y la COMUNICACION entre los miembros de la PAREJA . Si le EXPLICAMOS al otro lo que nos pasa y estamos necesitando, le damos la oportunidad al otro de que nos pueda COMPRENDER y así evitamos MALOS ENTENDIDOS.
Pensemos que si tenemos una pareja y sentimos que ella NOS AMA INCLUSO cuando EXPRESAMOS nuestra NECESIDAD de ESPACIO, LIBERTAD y MAYOR AUTONOMÍA entonces nos sentiremos CÓMODOS estando CERCA de ella. Y si NOS PERMITE que nos DISTANCIEMOS cuando lo NECESITAMOS, nuestra capacidad de amar a esa persona aumentará, y de esta manera, el hecho de dejar margen para cierta distancia dentro de la relación, en realidad, fomentará la INTIMIDAD.
Los IGUALES nos ATRAEMOS pero de una forma OPUESTA y el AMOR nos pone en la puerta todo lo que necesitamos para SANARNOS. Nuestras parejas nos ofrecen una oportunidad única para descubrir nuestros puntos débiles y a nosotros mismos . Y lo bueno de éste asunto es que el problema está en nuestro interior, de modo que podemos llegar a él y solucionarlo.
Ahora bien, todo lo dicho no significa que debamos sufrir manteniendo un a relación enfermiza, PERO SI antes de separarnos debemos PREGUNTARNOS si el PROBLEMA reside en nuestra PAREJA, en la RELACION o en NOSOTROS MISMOS.
Tal vez esto parezca algo muy difícil de alcanzar. No lo niego, pero creo que podemos aspirar a llegar, por más ardua que sea la tarea de convertirlo en realidad, pues VALE LA PENA!.
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